La FAT, a través de sus blog-articulitos, no ceja en su empeño de educar al respetable. Se dice que pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo (algunos más de la mitad, como los monetes), que es el mismo periodo de tiempo que los gordos nos pasamos comiendo. Y de manjares, los fatitos sabemos cantidubi.
La mayonesa, tan denostada ella (eso va por ti, Vincent Vega de "Pulp Fiction"...¡Que no, que no es mierda, joer!), es un complemento básico de la dieta de los gooooordooooos. Ya conocemos sus frecuentes usos en platos como la ensaladilla rusa, o para acompañar el marisco, o aderezar (con un puntito de salado) un bocata de Nocilla.
Pero la mayonesa es, además, un poderoso afrodisiaco, ya que se compone de erotaminas y ácidos pollimórficos que potencian la líbido. Os proponemos que hagáis ésto con vuestra pareja, ya seáis decentes heterosexuales o viciosos bujarrillas:
Desnudad a vuestra media naranja y entre sus gajos (léase nalgas) habréis de derramar medio frasco de mayonesa (recomiendo "Hellmann's", pero si estais a dieta podeis utilizar "Ligeresa") y a continuación lamed la entrenalga a rebosar del "oro amarillo", y entregaos seguidamente a un beso de pasión con vuestra pareja, para que ella también goce del suculento manjar.
También es recomendable, si sois un poquitín aprensivos, pasar del método anterior, y en su lugar extender la mayonesa por el pecho de la pareja y lamerlo a tutiplén (vale también mojar colas de gambas...o cualquier otra cola...¡el caso es mojar!).
En mi caso, preferiero ser yo el lamedor, ya que si me vierten a mi la mayonesa en el pecho...sería una tragedia (soy como la Bestia, el peludo integrante de los "X-Men").
Seguiremos con las aplicaciones románticas de la salsa mayonesa, que no tienen fin.