OCURRENCIAS PSICOTRÓPICAS DEL PRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN DE ANATOMÍAS DE TONELAJE

jueves, marzo 03, 2011

CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA EN LA EDAD DORADA DEL SÉPTIMO ARTE


Se dice que no hay nada mejor que ver una película en una sala de cine abarrotada de gente...¡mentira! Cuando vamos a ver un film cualquiera en grupo pueden pasar varias cosas tras la proyección:

1. Que no le haya gustado a nadie la peli, salvo a ti. Entonces estás metido en un buen lío, porque los demás te machacarán a muerte, intentando enmendar tu error de apreciación. Además, teniendo en cuenta que todo el mundo, al parecer, tiene un master en crítica cinematografica, ¿cómo les replicas? Lo que es más inexplicable es que, a tan vasta cultura cinéfila, no le acompañe un extenso vocabulario. Y la crítica se reduce a "¡Vaya mierdaaaaa...!".

2. Que le haya encantado el filme a todo el mundo, excepto a ti. Esta situación es, si cabe, más complicada que la anterior. Lo mejor es callarse, o ante la pregunta de si te ha gustado, entonar un "bueeenooo...". Un conquense "¡Ea!" te sacará de cualquier apuro. También probad con la expresión "Es lo que pasa". Vale para todo, y es ideal para introducirte en cualquier conversación ya empezada. Probadla y ya me contaréis.

3. Que no le haya gustado a nadie la peli, incluido tú. Eso a veces pasa. Recuerdo la proyección de "La costa de Los Mosquitos" de Peter Weir, en 1986, con Harrison Ford. En 1985, el film anterior de Weir, "Único testigo", había sido un éxito de crítica y público. Incluso a Ford le nominaron al Oscar al mejor actor principal. O sea, que "La costa..." pintaba muy bien. Pues nada, fracaso total. A la salida del cine, el público asistente abandonó la sala en sepulcral silencio, con la cabeza baja, como si la Selección Española hubiera perdido el Mundial y sus jugadores hubiesen perecido devorados por los caníbales.

Resumiendo: en esta edad de oro que vive el séptimo arte, la inmensa mayoría de los humanos son críticos feroces, y si les acompañais a ver películas os amargarán la experiencia con sus aceradas opiniones. Y por eso finalizo estas locas reflexiones con una advertencia/consejo: id al cine solos, o ved las películas en casa, en perfecta soledad. Porque la única opinión que cuenta es la tuya propia. Amén.