PERRITOS CALIENTES Y OTRAS DELICIAS POLITICAMENTE INCORRECTAS

¿Se han dado cuenta ustedes que tendemos a nombrar alimentos con denominaciones un tanto desagradables, caníbales o xenófobas? Claro, porque ya me dirán por qué llamamos a un bocata de salchicha como "perrito caliente"... ¿Acaso el perro no es el mejor amigo del hombre? Y ya puestos,... ¿por qué, de toda su anatomía canina, nos comemos el rabo? Porque la salchicha es lo más parecido a esa parte de su castigado cuerpecillo perruno.

¿Y el "brazo de gitano"? Hombreeeee... ¿Desde cuándo esa extremidad de nuestros hermanos gitanillos se come como el delicioso postre al que da nombre? Además, no se parece ni en el color. Los calés son morenos, pero no tanto como el chocolate, por Dios. Alguien propuso para ese magno postre de chocolate y nata la denominación alternativa de "antebrazo de magrebí"...pero estamos en las mismas.

Luego tenemos que si las "tetillas de monja", los "Miguelitos" de La Roda... Somos propensos a la antropofagia, nuestro inconsciente nos delata al denominar demasiados manjares.

Pensad en ello, pocholos y 'cholas...