UN RECUERDO AMOROSO A MI PRINCESA

La pasión de los fatitos (integrantes de la gloriosa Federación de Anatomías de Tonelaje, la ONU de los gordos y gordas) hacia la saga de "la guerra de las galaxias" es ya legendaria. Claro, sobre todo porque uno de los "malos" es Jabba el Hutt, el adorable jefe mafioso que tenía enfilado a Han Solo.

Lógico. ¿Cómo no odiar a ese pícaro contrabandista, si además de deberte una pasta, sale con la encantadora Princesa Leia?

Que siiiií, que ese peinado del Episodio IV a base de ensaimadas (un cariñoso saludo a mis amigos de Mallorca) no le favorecía, pero esa carilla pizpireta, sobre todo al final, en la entrega de medallas, era la viva personificación de un ángel. Ay, mi mocetona.

Tapadita en "El Imperio contraataca" (Episodio V: hacía frío en Finse, Noruega, brrrrr), nuestro malvado gordinflas, Jabba, nos muestra a Leia en toda su gloria, ataviada de esclava sexy en el Episodio VI.

¡Princesa, quiero ser tu felpudo con patas! ¡Yipikayei!